Las tarjetas revolving son un producto financiero que permite liquidar el pago de las compras realizadas con tarjeta de crédito, pero aplicando intereses que pueden ser muy elevados. A diferencia de las tarjetas de crédito convencionales, que ofrecen la opción de pagar a fin de mes sin intereses o fraccionar el pago con intereses, Reclamación Tarjetas Revolving solo permite la segunda opción.

Esto significa que el usuario tiene que pagar una cuota fija o un porcentaje de la deuda pendiente cada mes, pero siempre con los intereses que se van acumulando. Además, el límite de crédito se renueva a medida que se paga la deuda, lo que puede inducir al usuario a seguir gastando y endeudándose.

tarjetas revolving

Ventajas y riesgos de las tarjetas revolventes

Las tarjetas revolventes pueden tener algunas ventajas, como la facilidad para obtenerlas, la flexibilidad para elegir la cuota mensual o la devolución de un porcentaje de las compras. Sin embargo, también existen muchos riesgos, como el sobreendeudamiento, el pago de intereses desproporcionados o la falta de transparencia.

De hecho, muchas entidades financieras que comercializan estas tarjetas no informan adecuadamente a los clientes sobre las condiciones y costos del producto. Algunos incluso aplican intereses que superan el 25% TAE, lo que se considera usura según sentencia del Tribunal Supremo de 2020.

Por ello, es importante ser prudente a la hora de utilizar estas tarjetas y denunciar si has sido víctima de una práctica abusiva. Para ello, puedes acudir a una asociación de consumidores, a un abogado especializado o al Banco de España. También es posible solicitar una refinanciación de la deuda o una cancelación anticipada del contrato.

Las tarjetas revolventes son un tipo de crédito de consumo que debe usarse con responsabilidad y conocimiento. No son ilegales, pero pueden ser peligrosos si no se conocen bien sus características y consecuencias. Antes de contratar una tarjeta revolving, conviene comparar las diferentes ofertas del mercado y leer detenidamente el contrato.

¿Qué es la TAE y cómo se calcula?

La TAE es la Tasa Anual Equivalente, un indicador que muestra el costo o el rendimiento efectivo de un producto financiero, como un préstamo, un depósito o una cuenta de ahorro. El TAE se calcula teniendo en cuenta el tipo de interés nominal, las comisiones, los gastos y el tiempo de funcionamiento. La fórmula matemática para obtener la TAE es la siguiente:

TAE = (1 + r/f) f – 1

Donde r es el tipo de interés nominal yf es la frecuencia de los pagos (mensual, trimestral, etc.). La TAE se expresa en porcentaje y se aplica sobre el capital inicial o el saldo pendiente.

El TAE sirve para comparar diferentes productos financieros y elegir el más conveniente según el costo o el beneficio que ofrecen. Por ejemplo, si queremos sacar un préstamo, nos interesa elegir el que tenga la TAE más baja, ya que esto significa que pagaremos menos intereses y comisiones. Si queremos abrir una cuenta de ahorro, nos interesa elegir la que tenga la TAE más alta, ya que esto significa que obtendremos más rentabilidad por nuestro dinero.